Seguro que a lo largo de tu vida fuiste a muchas fiestas,
claro que ahora con la tesis en mente parece un recuerdo muy lejano, o puede
convertirse en uno “muy cercano”, todo depende de cómo quieras pasar por la
exigencia que es: hacer la tesis.
Te preguntarás cuál es la relación que veo entre la
bibliografía de la tesis y las fiestas. Simple, paso a explicarlo. La
bibliografía de nuestra tesis es el marco de referencia de todo lo que expondremos
en su redacción. Es decir, nos subimos a los hombros de gigantes que ya han
pasado por el camino que pretendemos recorrer y los utilizamos para apoyar
cuanto argumento armemos. Umberto Eco, cuando planteó esta idea en su famoso
libro “Cómo se hace una tesis” tenía
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La bibliografía de la tesis tiene que ser extensa, eso habla
bien de nuestra investigación. Pero, más que extensa debiera ser significativa,
singular y, en lo posible, que exprese calidad por sobre cantidad. Entonces,
cuando la organizamos está bueno pensar que estamos organizado una fiesta (nuestra
fiesta; la fiesta que celebra todo el esfuerzo que hemos realizado para llegar
hasta acá), porque después de todo le estamos dando la palabra, en nuestro
texto, a un “otro” que mínimamente tenemos que reconocer como interesante. Y si
algo o alguien nos resultan interesantes, nos motivará para escribir. Vieron la
película Medianoche en París, se las recomiendo (ya puso esto, ¿no?)
Para lograr la mejor de las listas bibliográficas, es
preciso saber quiénes serán nuestros invitados. Hay que sacarle provecho a esa
búsqueda de datos, e incluso indagar cuáles fueron los invitados de ellos. Es
decir, una vez que nos encontramos con el material de un autor y creemos que nos
puede servir, revisar la bibliografía que utilizó es “cuasi” obligatorio. No me
digan que no hacemos lo mismo cuando organizamos una fiesta, queremos saber
quiénes son los que vienen, cómo son y cuál es su círculo de referencia.
Ni les cuento el resultado de esta indagación si ya hemos
visto a los invitados en acción en otras fiestas. Saber cómo han funcionado los
autores en otras tesis, es un dato esclarecedor para nosotros porque sabremos
dónde funcionan y dónde no en nuestra tesis. Casi sin querer (queriendo)
tendremos la información calificada para ubicarlos en el momento justo de “nuestra
fiesta” para que no decaiga. Tendremos entonces la típica lista de fiesta
compuesta por: los invitados de siempre, los invitados de “relleno”, los
invitados de invitados, los ausentes con aviso, los que nos hubiera encantado
tener pero ya no teníamos más lugar, y
hasta aparecerán los colados de último momento.
Así, la tesis se vuelve una experiencia enriquecedora (no
sólo para nosotros, sino también para al que le toca corregirla) Y hasta me
arriesgo a decir que se vuelve una experiencia feliz.